El reto
Las boleras siempre han sido reconocidas como un mercado sin explotar para la publicidad. La cuestión central a la que nos enfrentábamos era cómo podemos aprovechar la señalizacióndigital para crear una red publicitaria que genere ingresos para los propietarios y operadores, pero que también ofrezca a la comunidad de jugadores de bolos contenido relevante para mejorar la experiencia de los clientes, fomentar la participación y la participación de los clientes mientras están en las boleras, y mejorar el entorno con experiencias basadas en la tecnología, en más de 1.000 ubicaciones con una media de 12 a 15 pantallas y puntos finales por local. A lo largo de este proyecto, nos encontramos con importantes retos que afectaron a las ubicaciones destinadas a la conversión de la señalización digital:
Lugares únicos, dificultades de instalación generalizadas: Cada bolera presentaba un conjunto único de retos: instalaciones, códigos y configuraciones diferentes. Esta falta de uniformidad hacía que no hubiera dos instalaciones iguales.
Ajustes de previsión interminables: El proyecto tardó mucho tiempo en pasar del concepto a la implementación y, durante este periodo, las especificaciones de diseño cambiaron en múltiples ocasiones, lo que obligó a nuestros socios de fabricación y montaje a tener que pivotar constantemente para resolver un conjunto de requisitos en constante cambio; el mejor ejemplo de este punto problemático es que lo que empezó como un plan de pantallas montadas principalmente en la pared evolucionó hasta centrarse en soluciones montadas en el techo.
Retrasos debidos a otros contratistas: Uno de los mayores obstáculos fue la coordinación con los contratistas eléctricos para las instalaciones eléctricas , lo que hizo que la instalación fuera larga y costosa. La falta de electricistas disponibles en ese momento también dificultó la programación y la preparación del emplazamiento , lo que no sólo retrasó el calendario del proyecto, sino que el coste de la mano de obra también aumentó considerablemente durante el COVID, lo que sesgó las estimaciones presupuestarias iniciales.
